El alarmante aviso fue recibido a través de una llamada al servicio de emergencias 911, donde una voz anónima alertaba sobre la supuesta colocación de artefactos explosivos en los mencionados edificios. Inmediatamente, el operador que atendió la llamada activó el protocolo de seguridad y transmitió la información a las autoridades pertinentes, lo que desencadenó una respuesta coordinada de la policía.
Siguiendo los procedimientos establecidos, agentes especializados de la Brigada de Explosivos, en colaboración con los bomberos zapadores policiales, se desplazaron hacia las sucursales afectadas para llevar a cabo una exhaustiva inspección en busca de posibles artefactos explosivos.
Evacuados
En un rápido despliegue, los empleados de los locales fueron evacuados para permitir que los equipos de seguridad realizaran la verificación necesaria. Mientras tanto, la presencia policial se intensificó en las áreas circundantes, garantizando la seguridad de los transeúntes y residentes en la zona.
La información sobre estos procedimientos de verificación fue comunicada a la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, quien a su vez informó a la fiscalía de Flagrancia en turno del Ministerio Público de la Acusación. Las autoridades trabajaron en estrecha colaboración para evaluar la gravedad de la amenaza y coordinar las acciones necesarias para garantizar la seguridad pública.
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