“El quiebre empezó ayer (miércoles) al mediodía”, así comenzó el relato una vecina de barrio Sur de la ciudad de Santa Fe que padece los inconvenientes de un socavón.
Sí, la capital de la provincia anotó un nuevo hundimiento entre sus calles. En esta oportunidad ocurrió en 9 de Julio al 1.100, frente al Club Kimberley.
La mujer le dijo que el problema de los socavones en ese sector comenzó en la década del 2000. “Acá hay una estructura hecha hace casi 100 años. Esta cuadra es una de las más altas de la ciudad y no nos inundamos. Necesita arreglos y le van haciendo parches”, manifestó.
“Como decía, empezó al mediodía con una grieta y a las pocas horas ya estaba el agujero. Me preocupé porque seguían pasando los vehículos, incluso un auto metió una de sus ruedas. Con otros vecinos pusimos objetos para visualizarlo”, agregó la vecina.
La entrevistada apuntó que la zona tiene otros problemas similares. “Tenemos un caos en el barrio. Tener los autos acá es un riesgo. Si ves para adentro (del pozo) el agujero sigue. Yo zapateaba y se seguía quebrando”, sumó.
Al consultar sobre este tema, desde Aguas Santafesinas SA le dijeron a El Litoral que se trata de un hundimiento de una red domiciliaria y que vallaron preventivamente el lugar hasta tanto puedan solucionarlo.
Precisamente, el vocero de la empresa indicó que este viernes se hará la intervención en ese lugar con la apertura de la calzada para la verificación de la problemática en calle 9 de Julio al 1.100.
El pozo que quedó al descubierto frente al club Kimberley es el segundo en una semana. Días atrás, este medio dio cuenta de un hecho similar en calle Laprida y su intersección con Calcena; a pocos metros de uno de los ingresos de la escuela Dr. Nicolás Avellaneda.
Como se explicó, ese hundimiento responde a un problema de la red cloacal y personal contratado por Assa ya estaba trabajando para confirmar el origen y repararlo.
La entrada de la escuela quedó cerrada por el vallado.
Los trabajos se llevan a cabo sobre las dársenas de estacionamiento. Y por el momento no estaría previsto ampliar el radio, aportaron las mismas fuentes.
Ese inconveniente en la vía pública obligó al establecimiento educativo a readecuar sus ingresos y egresos, ya que debieron canalizar ese flujo de estudiantes y docentes por la puerta sobre calle Calcena.
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