Ganó seis, empató tres y perdió ocho: sumó 21 puntos que lo dejan muy lejos del protagonismo que necesita para ascender. Yllana no pudo enderezar lo que dejó Pereyra.
Se cerró, con este partido que se había suspendido por la lluvia frente al Deportivo Morón, la primera rueda del campeonato de ascenso para el Colón que armó un técnico y terminó dirigiendo otro. La primera conclusión es que Andrés Yllana no pudo acomodar lo que le dejó el “Pata” Ariel Pereyra. Pudo mejorar “un poquito”, pero no alcanzó para decir que “se pudo ver otro Colón”.
El lastre de los números es preocupante: jugó 17 partidos, de los cuales perdió 8, casi la mitad de los cruces. El resto, seis alegrías y tres empates.
La posición final de esta primera rueda (puesto 13) lo deja muy lejos de la punta donde están los jujeños con 33 unidades, a cinco puntos del último que entra al Reducido, que es Temperley con 26 puntos y cuatro equipos en el medio.
Por lo pronto, más allá que asoma el “Gasolero” en Turdera y Nueva Chicago en Mataderos (dos seguidos de visitante), la dirigencia sabalera está obligada a cerrar junto al entrenador un mercado de invierno quirúrgico con los cuatro refuerzos; por ahora sólo está oficializado Soto, un zaguero que viene con poco rodaje pero que el entrenador lo conoce de su paso por Aldosivi cuando ascendió. Los otros tres se cerrarían en las próximas horas, recordando que el plazo expira el 12 de junio en la Primera Nacional.
“La posición no es la que Colón espera, pero vamos a entrar al octogonal con los refuerzos que llegue ahora. Vamos a poder corregir las cosas que nos faltan. Si se va Alan (por Forneris), tendremos un cupo más que el resto”, dijo Andrés Yllana en la cancha del Deportivo Morón.
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