Los 919 minutos sin marcar goles durante diez partidos del equipo de Remedios de Escalada establecieron otra marca en el Cementerio de los Elefantes. Ahora, Colón enfoca en Morón.
Las buenas tapadas de Marcos Díaz y el necesario grito de Federico Jourdan sobre la hora en el Cementerio de los Elefantes generaron un par de cuestiones: primero, Colón cortó siete jornadas sin victorias, seis derrotas al hilo y volvió al triunfo; segundo, en el caso del rival (Talleres de Remedios de Escalada) elevó a diez las fechas sin triunfos y a 919 los minutos sin convertir un gol.
Esa marca de los 919 minutos sin mover la red rival, lo pusieron a Talleres en un escenario tan malo como su propia campaña: es récord de sequia con el gol en un campeonato de ascenso si se tiene en cuenta la segunda categoría profesional con la pelotita en el fútbol argentino.
El sabalero mira con un aire renovado el inicio de la semana, haciendo foco en lo que será el sábado que viene desde las 17 la visita al “Gallito”, un Deportivo Morón que empató con uno menos frente a Temperley en el Beranger y que casi se lo gana al “Celeste” en el mismo final del partido.
El que generó el grito de gol tan esperado en el Cementerio de los Elefantes fue Federico Jourdan, uno de los tantos canteranos que siente la presión del momento deportivo tanto como el amor por los colores y la camiseta rojinegra de Colón.
“Fue un desahogo muy grande, no se nos daban las cosas y veníamos con un estado de ánimo muy bajo”, reconoció el volante, cuyo grito cortó una racha de seis derrotas consecutivas para el equipo de Andrés Yllana. “Sirve ganar, pero mañana debemos volver a entrenar y mejorar, tenemos mucho por trabajar. No ganamos nada con la victoria de hoy. En cuanto al partido, sabíamos que ellos hicieron un desgaste grande, por eso teníamos en cuenta que se iban a meter atrás. Podíamos aprovechar esa situación”.
Ignacio “Nacho” Lago, el jugador al que todos esperaban en Colón después de ocho meses de inactividad, fue otro de los buscados por la prensa después del agónico 1-0 ante Talleres de Remedios de Escalada: “Es importante aportarle al equipo en todo sentido, en lo humano, futbolístico, me siento muy contento por brindarme al máximo, los tiempos se cumplieron, hice una recuperación excelente para tener esa libertad en la cabeza”.
En cuanto al agónico grito del final, Lago fue claro al expresar lo que sintió: “Fue un desahogo enorme para todos, el momento era malísimo, sirve mucho para lo que viene. La victoria es más que merecida, podríamos haber echo otro gol, el equipo necesitaba ganar hoy, estábamos convencidos. Hubo que corregir lo que hicimos mal en el primero, nos llegaron mucho; pero el equipo con lo que hizo en el segundo tiempo tuvo una muestra de carácter y personalidad”.
Finalmente, el habilidoso jugador cuya ficha comparten Colón y Talleres, aseguró que “hasta el último minuto no dejamos de insistir, quedamos mal parados por ir a buscarlo con desesperación. En el primer tiempo había que tener un poco más de orden, comunicación; sufrimos sin desmerecer al rival, éramos los que nos teníamos que hacer cargo”.
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