El objetivo es bajar el número de delitos. Como contrapartida, a los vecinos del barrio se les pidió mayor interacción con el 911.
Frente a la situación, pero sobre todo a un pedido expreso que hizo la vecinal junto a instituciones del barrio y vecinos autoconvocados a través de una nota solicitando un encuentro, esta semana fueron recibidos por autoridades del área de Seguridad de la Provincia.
Consultada por este medio, Estela Santacruz, presidenta de la vecinal hace años, contó que la reunión sirvió para poner en agenda la realidad que atraviesa el barrio costero y encontrar solución a cada uno de los problemas.
“Están sucediendo hechos de inseguridad muy graves. La otra vez, una chica se bajó dos segundos al kiosco y le llevaron la moto. El club del barrio fue vandalizado. Le robaron paneles solares, luces, la bomba de agua, cables…
La escuela primaria también fue víctima de la inseguridad. Una noche entraron y se llevaron objetos de valor y ocasionaron daños”, contó la vecinalista.
Un vecino, por su parte, agregó el robo de un juego completo de jardín del patio de una casa y robos a interiores de vehículos.
Como resultado de la reunión, los funcionarios de Seguridad se comprometieron a reforzar los patrullajes, a realizar cacheos espontáneos y al azar de personas, a trasladar a los presos que están en la comisaría y a mantener reuniones periódicas.
Pero no todo fueron compromisos. También hubo un pedido expreso a los habitantes del lugar: que llamen al 911, denuncien y soliciten asistencia.
“Se nos pidió fuertemente que mantengamos conexión con el 911 porque la comisaría está para radicar denuncias y, desde ahora, para realizar más patrullajes por las calles. Veremos si da resultado”, contó Estela Santacruz.
En marzo, reunión con el municipio
La falta de luz en prácticamente la totalidad del barrio y el problema con la recolección de residuos -se forman minibasurales a la vera de la ruta 168 permanentemente- serán problemáticas a conversar en una reunión con autoridades municipales en el mes de marzo.
“Además de que muchos focos están rotos porque los arreglan con focos ya reparados, es real que hubo robo de cables. Hace más de dos meses que El Pozo es una boca de lobo. Pero eso es competencia de la Municipalidad, con quienes vamos a reunirnos en marzo para ver cómo seguimos”, remarcó la presidenta de la vecinal El Pozo.
Y es que todo tiene que ver con todo. En un barrio que supera los 12 mil habitantes no puede garantizarse seguridad si las calles no tienen luz ni tampoco pueden colocarse luminarias nuevas si no hay acción policial.
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