Mauricio Martínez fue el autor del gol en un primer tiempo realmente bueno del equipo de Leo. El segundo fue más parejo, pero la actuación del Tate fue sólida, con un gran despliegue físico que se sintió en el final del partido.
A los 22 segundos de iniciado el partido, Fragapane metió una media vuelta que hizo estrellar la pelota en el palo derecho de Muslera. No había tocado la pelota Estudiantes y ya Unión estuvo a punto de abrir el marcador. Fue un preaviso, una señal de lo que luego ocurrió. Fue todo de Unión en el primer tiempo. Y lo coronó a los 21 minutos con una gran definición de “Caramelo” Mauricio Martínez, que por jugar bien adelantado para impedir que la pelota sea manejada por Ascacíbar, logró robar la pelota en una mala salida de Estudiantes desde atrás, se internó por el medio con pelota dominada y definió con enorme jerarquía ante la salida de Muslera, conquistando el gol que Unión ya se merecía desde bastante antes por aquella de Fragapane y también por un mano a mano de Tarragona que, algo incómodo, remató ante la salida de Mulsera, que tapó el remate.
Bien Unión. Muy concentrado, activo, dinámico, directo a la hora de atacar y generando situaciones. El mediocampo de Unión funcionó muy bien. Mauricio Martínez y Mauro Pittón impidieron que Estudiantes generara juego por adentro, en tanto que Palacios y Fragapane (visiblemente mejorado en todos los aspectos) supieron combinar sus obligaciones de recuperación y construcción de juego.
Otra vez Unión tuvo en Lautaro Vargas a un factor sorpresa que supo utilizar correctamente en varias jugadas que terminaron siendo peligrosas para el fondo pincharrata. Está pasando por un buen momento y mostró un interesante grado de entendimiento con Palacios. Algo parecido ocurrió por el otro costado, con un Mateo Del Blanco que no tuvo problemas en la marca y que aportó sorpresa en un par de proyecciones.
Unión lo superó a Estudiantes en todos los aspectos del juego (físico, táctico y futbolístico). Siempre dejó la sensación de estar más cerca del segundo gol que Estudiantes del empate, aunque en la parte final de esa primera parte, la visita hizo una tenencia más adelantada de la pelota, instalándose un poco más en el terreno de Unión pero sin peligrosidad. Apenas un remate desde afuera del área que obligó a la única atajada de Tagliamonte en todo ese primer tiempo.
Yendo al complemento
Esa autoridad con la que jugó Unión el primer tiempo, se prolongó en el arranque del complemento. Unión siguió gobernando en absoluto el partido. Y Gamba, en gran corrida, tuvo la chance del segundo gol cuando quedó solo luego de un rechazo largo de Pardo, que motivó otra tapada de Muslera, que era de lo poquito para rescatar en la visita y que luego tuvo una atajada brillante con un remate estupendo de Del Blanco desde 28 metros.
Así fue que a los 10 minutos, Domínguez metió tres modificaciones. Cuando un entrenador hace eso, es porque evidentemente no está nada conforme con lo que está viendo de su equipo. Salieron Alexis Castro, Benedetti (muy desbordado por izquierda) y Farías (silbado estruendosamente y amonestado) para que entren Medina, Arzamendia y Cetré. Y más tarde, Alario a la cancha para sumar otro “9” y que empiecen a llover centros sobre el área de Tagliamonte.
Estudiantes mejoró y ya Unión no tuvo el mismo nivel de dominio que en el primer tiempo. El nivel de derroche físico fue descendiendo de manera lógica y lo aprovechó la visita para equilibrar el trámite. La respuesta defensiva de Unión siguió siendo buena. Los cambios que intentó Madelón no cambiaron la estructura del equipo. Verde por derecha en lugar de Palacios y la dupla ofensiva (que tuvo un gran despliegue y buena actuación), se modificó por Estigarribia-Diego Díaz para seguir atacando y para evitar que se le venga el rival.
Podrían haber caído más goles…
Lo bueno es que Unión ganaba el partido. Y lo ganaba bien. Lo “malo” es que solamente lo hacía por un gol de diferencia y esto era lo que obligaba a estar bien atento, concentrado y sólido defensivamente para evitar que el partido se le vaya de las manos.
Madelón sacó en el final a Vargas y a Mauricio Martínez, dos de los mejores de Unión, para que entren Profini y Paz. Martínez ya no tenía el mismo despliegue físico y Vargas estaba amonestado, pero además lo tenía a Cetré delante suyo, lo cual constituía un peligro para el pibe tatengue, que jugó un muy buen partido, al igual que el resto de los defensores.
Y lo ganó Unión. Con un muy buen primer tiempo, en el que marcó claras diferencias sobre un rival que en ningún momento le pudo equilibrar el trámite. Vargas, Mauricio Martínez y Pardo fueron los más destacados, pero en realidad no hubo puntos flojos y mejoría en algunos jugadores, como Fragapane, que venían de un primer semestre flojo. Hubo una continuidad de lo bueno que se vio ante Rosario Central, pero aún mejor. Otro partido sin goles en su arco. Y tres puntos tan justos como necesarios, bien al estilo Madelón. Con imagen de equipo sólido, compacto y luchador.
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