Es la mejor campaña del Tate en Primera División en sus últimos años: si le gana al siempre complicado “Pirata”, se subirá a la cima del fútbol argentino. Vuelve Corvalán, pierde a Rivero y hay un par de dudas. Arranca a las siete de la tarde.
Inhibido en Suiza (FIFA), sin refuerzos en Argentina (AFA) y con bajas por el esfuerzo físico de ese pressing emocionante, el humilde Unión de Cristian Alberto González se metió en la parte alta del fútbol argentino. La victoria ante Central y el empate contra River, ambos en casa, lo dejaron como único escolta del puntero Huracán de Parque Patricios. Y este viernes, desde las 19, tendrá varios desafíos al mismo tiempo: ganar, quedar arriba en soledad y dar la nota; imponerse contra un rival siempre complicado en las estadísticas como es Belgrano; sobreponerse a un reducto, el Gigante de Alberdi, donde casi siempre le fue mal o directamente muy mal. Darío Herrera en campo y Germán Delfino en el VAR de Ezeiza son los responsables de impartir justicia.
Las molestias físicas de Bruno Pittón (pidió el cambio ante River), Simón Rivero (microdesgarro), Nicolás Orsini (artrosis de cadera y lumbar) hacen pensar que Unión está poniendo la máquina al palo. Ese ADN físico y pressing inicial le empiezan a pasar los costos lógicos al equipo del “Kily” González en estas fechas de impacto rojiblanco en la parte alta de la tabla.
Si bien nadie regala nada, está más que claro que todas las energías de Unión van exclusivamente para el lado de estos 90 minutos de viernes en La Docta contra el “Pirata”, mientras el dueño de casa (es cierto, obligado por su gente en Alberdi) empieza a mirar de reojo el otro botín, el del cruce de la semana que viene por la Copa Conmebol Sudamericana contra el Paranaense de Brasil.
En cuanto a lo futbolístico en sí, el coach nace de la certeza en cuanto al retorno del “Mugre” Corvalán en la línea de cinco (sale Torrén) y la baja de Simón Rivero, el chico de Boca que acusó un micro-desgarro ante River en el 15 de Abril. Todo lo otro, para completar el once, es pura especulación.
Surgieron interrogantes en el puesto de volante central (podría ingresar Patricio Tanda en reemplazo de Joaquín Mosqueira), en el reemplazo de Simón Rivero (el DT probó con el juvenil Jerónimo Dómina) y la espera del binomio de ataque final para salir en Alberdi. Lo que está claro es que, con los nombres que sea y el esquema que pueda, irá al frente. Porque a la actitud no la negocia, el mensaje del entrenador es claro y la activación del plan va para el mismo lado de parte de los players.
Parece mentira que Unión vaya a buscar la punta en soledad (hay que recordar que Huracán visita a River el sábado) en el mismo escenario donde no hace tanto llegó en un coma 4 furioso de Terapia Intensiva, haciendo peligrar su permanencia en la máxima categoría del balompié criollo. “Belgrano goleó a Unión y lo dejó en zona de descenso”, titulaban los diarios en el mes de noviembre del año pasado. Ahora, después del invento de Zenón contra Tigre en esa fatídica última fecha, todo se ve mejor por al lado de López y Planes: está entre los primeros, adentro de Sudamericana 2025 y soñando con ver de cerca un boleto para la Copa Libertadores de América del año entrante.
Belgrano, que tiene el cuerpo este viernes contra el Tate y la mente en la Copa Conmebol Sudamericana para la semana que viene, preservaría a algunos jugadores para el compromiso continental; entre ellos al goleador “Uvita” Nicolás Fernández, ruidoso refuerzo “Pirata” y reconocido hincha de Unión.
Después del grito contra Rosario Central y el puntazo ante River, con dos partidos seguidos en casa ante su gente, el Tate sale de Santa Fe. De la mano del “Kily”, gambeteará todos los problemas (sigue la inhibición y no llegan los refuerzos) y se enfocará en el reducto, el rival y la tabla de posiciones.
Unión, como marca la tradición americana, quiere hacerle un tributo al “Thank God It’s Friday (“Gracias a Dios que es viernes” y/o “¡Por fin es viernes!”), esa frase que le dio vida allá por 1978 a una película que logró popularizar la música disco, marcando a toda una generación con los temas que escuchaban y la forma de vestirse. “Thank God It’s Friday” (“Gracias a Dios que es viernes” o “Agradécele a Dios que es viernes”) fue canción, comedia musical, película y le da vida al nombre de una famosa cadena de restaurantes de origen gringo.
El Unión del “Kily” quiere que ya sea viernes para se terminen los problemas de la semana (la inhibición, los refuerzos cero, las lesiones) y poder vivir, disfrutar, cantar, bailar. Y, de paso, si se puede, armar un Cordobazo futbolero para quedar en lo más alto del viejo y querido fútbol argentino.
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