En la última fecha, el Sabalero volvió a ganar y Medrán se llevó su única alegría como entrenador sabalero. El dueño de casa fue más, Lago fue el mejor y al CADU descendido no le dieron un penalazo en Santa Fe.
Estaba claro que, si bien la idea era evitar una nueva derrota que podía alcanzar la peor campaña de la historia (1959) y hacer un gol después de diez fechas, el resultado de este último juego de local con el CADU no modificaría nada en el Mundo Colón. Del mismo modo que los incondicionales que fueron bajo el viento y la llovizna inicial al Cementerio de los Elefantes lo hicieron para ver a los colores de su vida y no al equipo que puso Medrán en campo.
En ese contexto, con la menor convocatoria de la temporada y de los últimos años en el Brigadier López, Colón fue más que el descendido CADU, que llegaba con 51 goles en la canasta, apenas 17 goles a favor y cuatro fechas de sequía que lo mandaron a la Primera “B” Metro.
Primera parte
Los primeros minutos mostraron las ganas del pibito Iván Ojeda por querer hacer un gol, moviéndose por todos lados, pidiendo la pelota y pegándole al arco de donde fuera.
Cerca del cuarto de hora inicial, mientras Colón buscaba como podía y el equipo de Zárate esperaba, le quedó un tiro libre al actual Bernardi que le pegó con la rosca del “otro Bernardi”: no fue gol por el caño de un arquero que apenas miraba.
Mauricio Aquino, el arquero del CADU, después iba a dejar de mirar: a los 20 minutos se lo sacó a Yunis con una volada espectacular, después lo encimó a Ojeda y finalmente fue al piso para neutralizar una apilada de Lago que hubiera sido un golazo. Fue todo de Colón (sin contar varios remates de media distancia, entre ellos uno de Colli), menos el gol en esos primeros 45 minutos.
Debieron pasar 44 minutos para que el CADU descubriera el otro arco: Ferreyra, que venía de tirar un caño volvió a insistir con el lujo, pasó y le pegó desde lejos, pero el balón se fue desviado ante la mirada de Paredes.
En un contexto normal (palabra que no existió para Colón en toda la temporada), el Sabalero se debió ir ganando este último primer tiempo de una olvidable temporada en todos los sentidos.
Segundo tiempo
Colón volvió del descanso con las caras frescas de Federico Jourdan y del juvenil Matías Córdoba, en reemplazo de Kevin Colli y de Iván Ojeda. De entrada nomás, en la misma sintonía del dominio sabalero, le quedó a Brian Negro como si fuera un “9” pero se demoró cuando estaba cara a cara con Aquino, en el arco del FONAVI.
Al toque, después de una buena excursión rojinegra por derecha, el centro atrás (la dejó pasar Jourdan para engañar) lo encontró a Lago y el puntazo de “Nacho” terminó en las manos de un Aquino que estaba seguro en el arco del CADU.
Hasta que Colón encontró, a los 9 minutos, en una linda combinación por izquierda lo que venía buscando hace varias fechas: gritar gol. Se filtró “Nacho” Lago (el mejor, lejos, del equipo de Medrán) por izquierda, llegó el centro-atrás y fue el cordobés Bernardi quien la mandó al gol. Esta vez, Aquino nada que hacer y gol número 52 que recibía el CADU en la temporada. Después de 43 días, grito sabalero.
Unos minutos después, como consecuencia de un robo en la salida del celeste, se lo perdió el “Flaco” Matías Córdoba de zurda. En la respuesta ofensiva del CADU, todo Zárate pidió un penalazo (que era doble, con las dos manos) que el juez decidió no sancionar en el Cementerio de los Elefantes. Sosa, que estaba al lado, dejó seguir la acción.
Con el 1 a 0 a favor, Ezequiel Medrán sacó al autor del gol para poner a Facundo Taborda: esta vez, con el grito propio, más aplausos que silbidos para el cordobés Christian Bernardi, que seguramente jugó su último partido con la camiseta de Colón en el profesionalismo.
Aquino, que seguía siendo la figura de la cancha, voló para evitar el gol de Taborda que hubiera sellado el 2-0 merecido para el dueño de casa. Faltando un cuarto de hora, Medrán escuchó los pedidos de poner al “Pulga” y el de Simoca entró por un aplaudido Lago (el mejor); al mismo tiempo, Lautaro Gaitán por Nicolás Talpone.
Colón, con un poco de ganas, esta vez se dio una mano y fue mejor. Al CADU no le dieron una mano (penalazo) y perdió bien en Santa Fe. Cerca del final y en una contra, se lo perdió Matías Córdoba. Y allí, el mismo juez se apiadó de Colón sin adicionar nada y pitó la terminación a los 45 minutos clavados. Colón ganó y cerró en paz una de las peores campañas de su historia.
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