Se trata del hombre de 55 años que ingresó con un paro cardiorrespiratorio y traumatismo de tórax y permanecía internado en la terapia del mismo nosocomio
El fallecido era uno de los ocho trabajadores que el pasado 24 de febrero resultó herido luego de que el techo de una cocina que estaba en obrasen el hospital Cullen, se desplomara y quedara atrapada bajo los escombros. En el lugar se estaban construyendo una sala de internación para el área de neurotoxicología.
Bruno Moroni, director del nosocomio dijo sobre el edificio, con 115 años de antigüedad “no está en riesgo” y que lo que sucedió fue “en el contexto de una reforma. El ingeniero confirmó que no era un problema de mantenimiento”.
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