Ahora pasará a ser una contravención. Hubo dos abstenciones y dos votos negativos, criticando el “cambio de opinión” del municipio, tras la fallida implementación del Estacionamiento Social Asistido (ESA).
En la sesión de este lunes, el Concejo Municipal aprobó una ordenanza que prohíbe la actividad de cuidado y/o limpieza de vehículos en la vía pública, ejercida por los “trapitos”. Dicha norma deroga la ordenanza anterior, del año 2019, que establecía la creación de un registro de cuidadores de vehículos y una credencial, que nunca llegó a realizarse.
En el mensaje enviado al cuerpo legislativo, el Departamento Ejecutivo Municipal manifiesta que “la Municipalidad de la ciudad de Santa Fe no puede permitir la apropiación ilegal del espacio público, es por ello que mediante el proyecto de Ordenanza que se acompaña al presente se propicia la prohibición de la actividad de ‘cuidacoches’ y/o de ‘lavado de autos’ en toda la ciudad”. Además, manifiesta que “es prioridad ordenar y pacificar la ciudad, siendo esta medida fundamental para lograr dicho cometido”.
A instancias del concejal Carlos Suárez, se incorporó un artículo a la ordenanza, el cual establece que “quienes en contravención a lo establecido precedentemente lleven adelante la actividad, sin perjuicio de las sanciones municipales y cuando sus conductas encuadren en sus previsiones, serán pasible del régimen sancionatorio previsto en las leyes provinciales Nº 10.703, Nº 13.744 y concordantes”.
Cómo será el control
En la práctica, si un inspector encuentra a un cuidacoches ejerciendo la actividad, deberá acercarse y manifestarle que no puede realizarla porque está prohibida. Si continúa, el inspector, acompañado de personal policial, puede detener a la persona. Si además esa persona está ebria, por ejemplo, es pasible de que se le aplique el Código de Faltas/Convivencia provincial.
Con respecto a los cuidacoches que iban a estar contemplados en el Estacionamiento Social Asistido (ESA), fuentes de relevancia del ejecutivo municipal indicaron a UNO Santa Fe que “se trataba de un grupo muy reducido, de darle una posibilidad de inserción con capacitaciones y un programa que era mucho más amplio. No se consensuó, el barrio no lo quiso, así que damos vuelta la página”.
En cuanto a lo que pasará ahora con esas personas, desde la Municipalidad dijeron a este medio: “La vamos a rescatar con otros programas que no será el ESA, será otra cosa. La actividad en el centro de la ciudad y en el resto de la ciudad tiene que estar prohibida, después habrá políticas sociales, capacitación, programas provinciales”
La voz de los concejales
La presidenta del Concejo, Adriana Molina, indicó que “ahora el Ejecutivo tiene las herramientas para tratar este tema, y creo que es fundamental que se tengan en cuenta las distintas realidades sociales, de salud y legales de cada uno de ellos”.
Por su parte el edil Carlos Suárez consideró que “la ordenanza de 2019 normativizó, de manera equivocada, la actividad de los cuidacoches. Esto debía ser una actividad prohibida, que se debía hacer un abordaje social del tema pero que no iba a aparecer la solución normativizándolo. La situación económica que nos toca atravesar como país no es una excusa para no abordar ciertos problemas. Si estás gestionando tenés que trabajar en torno al problema, no mirar para otro lado”.
“La prohibición es con una mano justa. Es prohibir para abordar el tema con políticas sociales y educativas. Es un tema que tiene múltiples aristas y es un desafío a la hora de abordarlo. Es una discusión pensar qué espacio público queremos. Debe haber un estado justo que acompañe a las personas que lo necesiten y que aparte a los que están vinculados con el delito”, dijo a su turno Leandro González.
Abstenciones
El Bloque Partido Justicialista, que conforman los concejales Jorge Fernández y Jorgelina Mudallel, se abstuvo de votar la iniciativa.
Fernández declaró que “El Municipio está dando vueltas hace tiempo con el tema de los trapitos”, y que “lo único que se plantea es la prohibición de la actividad de los cuidacoches, y la prohibición, un poco ambigua, del lavado de vehículos en la vía pública”.
“Lo que nos preguntamos es si la prohibición es para algunos colectivos de personas en particular o para todo el mundo”, subrayó el edil.
A su turno, Mudallel criticó que “no existe letra chica y el mensaje sólo plantea la prohibición de los cuidacoches y de lavar los autos en la vía pública, o sea que está mal escrito porque eso aplica a toda la ciudadanía”.
“Creemos que debe haber una alternativa porque, si se prohíbe una actividad, deben arbitrarse los medios para controlar esa prohibición, para saber qué se va a hacer y eso no está claro. No nos parece responsable votar afirmativamente esta ordenanza porque nos parece una tomada de pelo”, enfatizó.
Voto negativo
El concejal Saúl Perman votó de forma negativa, y declaró que “llama la atención que, en el término de pocos días, el municipio haya cambiado de perspectiva sobre la temática, adoptando esta actitud tan tajante, más allá de que no tiene la competencia de controlar esto. El objetivo de este mensaje es la pacificación y es imposible con exclusión”.
Por su parte Violeta Quiroz, en el mismo sentido que Perman, aseguró estar “sorprendida” por “los cambios de opinión tan rápido que tiene el Ejecutivo en este tema”.
“Primero, propusieron la legalización de la actividad con el Estacionamiento Social Asistido, y ahora se habla de la prohibición; dos cosas opuestas. Creo que la solución está en estudiar cada caso particular de estas personas porque no son todos iguales, y menos en esta situación de crisis que está viviendo el país, donde muchos son sostén de familia. No podemos tomar semejante decisión, hay que hacer un abordaje social e incluirlos en el sistema”, concluyó.
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