La mujer, que presta servicios en el Comando Radioeléctrico de Funes, atravesó una crisis emocional. Es el cuarto episodio del año en el que intervienen negociadores especializados. La agente será sometida a los reglamentos internos de la fuerza tras recibir asistencia médica.
Momentos de extrema tensión se vivieron este lunes por la noche en el barrio Las Flores, cuando una mujer policía en actividad se atrincheró armada en su vivienda, ubicada sobre calle Jesús Misericordioso al 7300, y amenazaba con disparar su arma reglamentaria.
Gracias a la intervención de un negociador del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), la situación fue controlada y la suboficial depuso su actitud sin que se registraran heridos.
Todo comenzó antes de las 20, cuando personas allegadas a la mujer realizaron una denuncia al 911 alertando sobre la grave situación. De inmediato, se montó un operativo de seguridad con un primer anillo de contención alrededor de la manzana donde se encontraba la vivienda, mientras se esperaba la llegada de un negociador especializado del GOE, que actuó bajo conocimiento de la fiscalía de Flagrancia en turno del Ministerio Público de la Acusación.
La suboficial, que presta servicios en el Comando Radioeléctrico de Funes (departamento Rosario), atravesaba una crisis emocional severa y se encerró con su arma de fuego cargada en una habitación donde también se hallaba una menor de edad, su hija de 10 años.
El negociador logró poner a salvo a la niña, mantener el diálogo con la mujer y convencerla de entregar el arma calibre 9 milímetros provista por el Estado.
Una vez que depuso su actitud, la mujer fue trasladada al hospital Iturraspe para recibir asistencia psicológica, conforme dispuso la fiscalía interviniente. Su situación de revista en la fuerza quedó sujeta a la aplicación de los reglamentos internos de la Policía de Santa Fe, que evalúan este tipo de inconductas.
Este hecho se suma a otros episodios ocurridos en 2025 que involucraron a efectivos policiales armados y en actividad.
El 31 de mayo, un policía de la Comisaría 12ª de Santo Tomé tomó como rehenes a su esposa e hijas en el barrio Cabaña Leiva, en el norte santafesino. También en esa ocasión, el GOE logró desactivar la situación sin víctimas.
El 1° de agosto, el oficial César Muga, tras regresar de su guardia en la Comisaría 16ª de Recreo, le disparó a su esposa, quien murió semanas después en el hospital Iturraspe, transformando el caso en un femicidio calificado.
El 9 de agosto, el policía Federico Cardozo protagonizó un conflicto familiar en el barrio Nueva Esperanza, que terminó con su rendición pacífica tras la intervención de otro negociador del GOE.
En todos los casos, la rápida intervención de los negociadores del Grupo de Operaciones Especiales fue determinante para evitar tragedias mayores.
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