El 0-2 con un Aldosivi que llegaba arruinado a Santa Fe despertó viejos fantasmas por el lado de López y Planes. Un golpe durísimo para la ilusión de la gente.
Leonardo Carol Madelón, responsable directo de este último “Salvataje Deportivo” del fútbol de Unión, trajo del baúl de los recuerdos un 0-3 con Godoy Cruz de Mendoza. El tema no es Leo. El tema no es el bono. El tema no es Aldosivi de Mar del Plata. El tema, mucho menos anoche, no fue el juez Merlos. El tema es que Unión siempre pierde el partido que nunca gana, cuando el 15 de Abril revienta.
El 0-2 con Aldosivi demostró lo parejo, competitivo y sorprendente que es este duro campeonato argento. El último le ganó al primero. El que en diez fechas había festejado un solo gol, hizo dos. Y el que era, hasta antes de arrancar la fecha, el segundo equipo más goleador del semestre después de River, no logró gritar la palabra “gol”. Eso sí, falló uno de abajo del arco en modo “Blooper” by Tarragona.
“Nos encontraron la mano”
Se caerá en lugares comunes después del duro golpe al corazón tatengue: “Nos encontraron la mano los rivales”; “Hubo rendimientos individuales que bajaron”; “Algún día Aldosivi tenía que ganar algún partido”; “Fue una mala noche como tiene cualquier equipo”. La que no fue “común” nació del propio Leo Madelón, padre de este equipo tatengue: “Capaz que tocamos picos muy altos que no nos correspondían”.
Pueden ser válidos los argumentos de la estrategia de los rivales, del estudio del juego de Unión y de los bajones individuales. Pero la realidad es que, como pasó incluso en partidos que se ganaron o no se perdieron, Unión parece tener más claro hoy el “equipo” que el “plantel”. Se verá ahora, en Santiago del Esterio, si funciona la mano del DT para cambiar y (fundamentalmente) los cambios desde el banco.
La sensación es que, al menos por lo visto en estas primeras fechas, son visibles las evidentes diferencias entre los titulares y sus recambios. En lo personal, pienso que donde más se nota es en los metros finales de la cancha: la dupla Tarragona-Estigarribia aparece a “años luz” de Gamba, DAD y Colazo. De hecho, al que le toca reemplazar al “uno-dos” ni siquiera es parecido en forma de juego o contextura física.
El “poder” de Madelón
Para la gente, con bolsillos lejos de “líderes”, el golpe fue total. Porque esta vez, sin ese bono de contribución obligatoria, no entraba un alfiler. Y la salid al campo fue cinematográfica en la noche de Santa Fe. Unión, arrancando los cruces, estará a tres partidos de volver a jugar una final como las dos con River Plate en el Nacional ’79 de la AFA. ¿Qué hincha de qué equipo no se ilusiona a tres partidos de una final?
Además, dicho sea de paso y esperando los cruces que son “mata-mata” a un solo partido, Unión recibía al “Tiburón” (llegó como mojarrita) con el “1” de su zona. Si bien hay igualdad deportiva en la definición, ese “1” le daba (…y le puede dar, porque falta mucho) la chance de avanzar hasta la final, jugando octavos, cuartos de final y semifinal en el 15 de Abril con esos miles de corazones palpitando como este viernes.
Quería volver a las frases de Madelón, por un ratito: 1) “No hay que mirar más de lo que hay, porque puede ser contraproducente” (después de Banfield); 2) “Capaz que tocamos picos muy altos que no nos correspondían” (después de Aldosivi). ¿Qué mensaje le cae mejor al jugador?: la receta de “bajarlo” como hizo Leo o esa famosa frase de “Kily”:¿Dónde está escrito que Unión no puede salir campeón?. El tiempo dirá.
Lo que está claro y no tiene respuesta es saber porque “Unión siempre pierde el partido que nunca gana”. Era puntero, llegaba el último. La cancha explotada de gente. La salvación del descenso al alcance de la mano cinco fechas antes y saber que “ganando, la punta se quedaba varios días a dormir en Santa Fe” junto con el sueño de los hinchas y socios tatengues que hicieron temblar el 15 de Abril.
No fue Leo. No fue el bono. No fue Aldosivi, que llegó como mojarrita y se fue como “Tiburón”. No fue Merlos, no fue el VAR. Es esta maldición de Unión cuando llegan este tipo de partidos. Quizás el viernes vaya a Santiago y golee de visitante, como ya lo hizo. Siempre pasa lo mismo, como si llegar a “ese lugar”, que es jugar una final le costara el doble. Como si quedar a un partido de la estrella estuviera prohibido en López y Planes.
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