La jueza Carmen Lucia votó a favor de condenar al expresidente, sumando la mayoría necesaria en el tribunal. Bolsonaro enfrenta hasta 40 años de cárcel por liderar un plan para desconocer las elecciones de 2022.
La Corte Suprema de Brasil alcanzó este jueves la mayoría necesaria para condenar a Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado y asociación criminal. La jueza Carmen Lucia fue el voto decisivo, sumándose a Alexandre de Moraes y Flávio Dino para inclinar la balanza en el histórico juicio.
“La ley debe ser aplicada igualmente para todos”, dijo Carmen Lucia en su voto, en el que subrayó que los hechos “no fueron negados en su esencia” y advirtió que “no hay inmunidad contra el virus del autoritarismo”. Con esta definición, el expresidente podría recibir una pena de más de 40 años.
El magistrado relator Alexandre de Moraes sostuvo que Bolsonaro y su entorno elaboraron un plan “progresivo y sistemático” para atacar las instituciones democráticas. Dino, en la misma línea, alertó que estos delitos no son pasibles de amnistía, cerrando la puerta a un eventual perdón legislativo.
El exmandatario, de 70 años, sigue en su residencia en Brasilia bajo arresto domiciliario desde agosto. No estuvo presente en las audiencias y se limitó a pedir su absolución por motivos de salud. Afuera de su casa, sus seguidores montaron una vigilia mientras se leía el veredicto.
El juez Luiz Fux fue el único que votó en favor de la absolución, argumentando que el proceso era “más político que jurídico” y que el tribunal no era competente para juzgar a un expresidente. El último voto, del juez Cristiano Zanin, se conocerá en las próximas horas, pero ya no altera el resultado.
La sociedad brasileña reaccionó de inmediato. Para algunos, el fallo representa una defensa de la democracia; para otros, un ejemplo de persecución política. “Brasil casi volvió a una dictadura”, dijo De Moraes. En las calles, simpatizantes del bolsonarismo reclamaban una amnistía y acusaban al Supremo de parcialidad.
El desenlace del caso podría reconfigurar el mapa político de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Lula da Silva, de 79 años, evalúa buscar la reelección, mientras que la derecha deberá redefinir su liderazgo sin Bolsonaro en carrera.
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