El director técnico interino dejó un análisis autocrítico. Apuntó a lo anímico como clave del bajón futbolístico y pidió humildad para levantar al club del mal momento que atraviesa.
Dos goles en seis minutos de Chaco For Ever dejaron a Colón sin reacción adentro de la cancha y lo hundió en una nueva derrota que agrava la crisis institucional de club.
Desde el banco, Martín Minella vivió su segundo interinato. Terminado el partido en Resistencia, con las sensaciones todavía en caliente, el DT puso palabras al preocupante presente del sabalero en la Primera Nacional.
“Nos apagamos cuando más cómodos estábamos”
La caída ante Chaco For Ever fue la quinta derrota consecutiva para el Sabalero. El equipo volvió a mostrar su versión más errática en el segundo tiempo, justo cuando el trámite parecía controlado.
“Hasta el gol de ellos fue un partido cerrado, feo, sin situaciones. Cuando más cómodos estábamos, ellos encuentran el gol y no tuvimos respuesta. Ya después de ahí el equipo se apagó”, resumió Minella. Y agregó: “Lo que viene pasando influye mucho. Habíamos hablado de mantenernos en pie si se ponía 1 a 0, pero evidentemente no pudimos”.
El DT interino reconoció que la apertura del marcador llegó tras una jugada bien trabajada por el rival: “La segunda pelota ellos la tienen muy trabajada, eso ya lo sabíamos. Para mí, los centrales nuestros hicieron un gran partido, pero en una distracción, en un anticipo, el extremo encuentra el gol”.
Dijo que Colón, hasta ese momento, no había sido superado, aunque ya mostraba flaquezas: “Fueron 15 minutos del primer tiempo que la pasamos mal, sin situaciones de ellos, pero donde nos llevaron por delante. Tres o cuatro córners seguidos. Después, hasta el gol rival, hubo orden y predisposición”.
Minella puso el foco en la intención (fallida) de jugar corto todo el tiempo: “Errábamos bastantes pases y eso nos agarraba desplegados y mal posicionados. Habíamos hablado de tener dos opciones si no encontrábamos espacio por dentro, atacar por fuera o ir directo a las puntas. No lo hicimos bien”.
Pese al traspié, rescató la actitud: “Salimos a competir, a disputar el partido, a presionar alto. Me quedo con eso y con la tristeza del vestuario, con jugadores muy dolidos, lo que demuestra que lo sufren porque les importa”.
“No es momento de egos”
Consultado sobre su continuidad, Minella dejó en claro que se pone a disposición del club. “Lo que quiero es lo que el club quiera. Hoy estuve y nos hicimos cargo, aunque no salió. Si el club necesita que nos quedemos hasta el final del torneo, lo vamos a hacer. Y si no, también está bien”.
“No es momento de poner los egos por delante. Ya demasiado ego tuvimos y así nos fue. Hay que bajar los decibeles, hacerse más humilde y ayudar desde el lugar que le toque a cada uno para levantar a Colón”, subrayó.
El DT reconoció que el momento es “muy psicológico” y que la falta de resultados pesa más en un club como Colón: “La derrota en Colón se dimensiona siempre un poco más. Para que los chicos levanten se necesita del resultado. Hoy con un empate nos podíamos empezar a acomodar, pero no salió”.
Consultado por el peso de los resultados en una eventual continuidad suya al frente del primer equipo, dijo: “Ya sabemos como es el fútbol. Si ganás, te ven más lindo y todos quieren que sigas. Si perdés, empiezan a dudar de tu experiencia”.
“Colón sigue siendo candidato, tiene la responsabilidad de pelear el torneo para el ascenso. Por eso las cosas malas repercuten más. En un club de tanto nombre, duele más y duele a muchos de los chicos que hoy están en el plantel”, sentenció el DT interino, que volvió a ponerse el buzo en medio del incendio.
Minella celebró la llegada de Luis Miguel Rodríguez al plantel: “El Pulga te da jerarquía, pelota parada, arbitraje. Es un tipo de renombre que quiere venir a Colón y eso es positivo. En un partido cerrado como el de hoy, capaz que con una de esas pelotas paradas nos daba una ventaja”.
Sobre la ausencia del arquero Marcos Díaz, Minella aclaró: “Tomamos la decisión de que ataje Tomás Giménez por una cuestión deportiva. Marcos tenía una molestia y hacerlo viajar hasta Chaco no tenía sentido. Si lo necesitábamos, capaz que no estaba al 100%”.
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