Si bien aún se aguarda la publicación del decreto para conocer la letra chica, el gobierno dejó en claro que la decisión está tomada. Los gremios del magisterio ya rechazan de plano esta política.
Un nuevo sacudón amenaza la precaria calma conseguida a partir de que, por escaso margen, el magisterio aceptara el aumento salarial del 18%, un porcentaje que el gobierno santafesino adosa a la liquidación de la cláusula gatillo de la paritaria 2023 (36,4%), dado que fue abonada por esta gestión. El nuevo oleaje se generó el lunes pasado desde Rosario a partir del anuncio del plan de Asistencia Perfecta -así denominado-, por parte de los ministros de Educación y Economía, José Goity y Pablo Olivares, respectivamente.
Se trata de otorgar un “premio” o un plus monetario, a aquel docente o directivo con presencialidad plena o que solo falte una vez al mes. La suma alcanza los $57.400 por cada cargo docente; y $114.800 para cargos directivos y de supervisión que no reporten inasistencias. Los números son menores cuando tienen una sola falta al mes; pero además se otorgarán reconocimientos dinerarios trimestrales.
Si bien aún se aguarda la publicación del decreto para conocer la letra chica del plan, el gobierno dejó en claro que la decisión está tomada, al tiempo que aduce que es una prerrogativa del Ejecutivo y que no la discutirá en paritarias con los gremios porque no forma parte del salario, sino que es un reconocimiento al docente que está en el aula. Ahí radica uno de varios puntos de confrontación con los sindicatos, los cuales consideran que este “premio” sí afecta al haber del sector.
Por el ausentismo
¿Cuál es el argumento que dio origen a la medida? El gobierno se encargó de subrayar en varias oportunidades que la causa es el elevado ausentismo en el sector docente que trepa al 32%. Ese índice implicó para las arcas provinciales un desembolso de $ 100 mil millones de pesos en reemplazos el año pasado, con una proyección de $ 250 mil millones para este año, si no se baja ese indicador.
Fuentes consultadas calculan que el gasto mensual para dar curso al plan de asistencia perfecta estará en el orden de los $1.600 millones. Y señalan que una reducción de la quinta parte del nivel de ausentismo actual, implicaría compensar el costo del premio.
El jueves pasado, horas antes de la paritaria docente -que ya estaba pautada desde el 8 de abril-, el gobernador Maximiliano Pullaro volvió al ruedo con la distorsión existente en materia de ausentismo. “Se cuidaron 17 mil días a las suegras en la provincia de Santa Fe el año pasado”, espetó. Mientras, Goity aclaró que se están tomando otras medidas de control como las auditorías médicas, y aseguró que con estas acciones no se busca generar “reemplazo cero”, sino un sistema “más justo y equitativo”.
Los gremios del magisterio ya rechazan de plano esta política. Además de que hicieron una presentación administrativa en la paritaria -y según se pudo saber, analizan una posible presentación en la justicia-, argumentan que se trata de un “castigo” en lugar de un “premio” y que es una vuelta al “presentismo”. Como se recordará, ese componente se introdujo durante la primera gestión de Carlos Reutemann (1991-1995), por parte de su ministro de Educación, Fernando Bondesío. Los docentes tienen fresca en la memoria que iban a trabajar enfermos para conservar ese ítem monetario.
¿Y los privados?
Diferenciándose de aquella medida, el actual titular de la cartera educativa aclaró que “contundentemente, no es presentismo”, sino que es un reconocimiento para aquellos docentes que no faltan. Y aseguró que aquel educador que haga uso de la licencia ordinaria cobrará su salario habitual, sin descuentos. Restará ver cómo funcionará en la práctica. ¿Se obligarán los maestros a pararse igual frente a un grupo de 30 alumnos estando con gripe o se resignarán a cobrar el premio? ¿Qué pasará cuando haya un paro?
Desde el Ejecutivo señalan que una reducción de la quinta parte del nivel de ausentismo actual, implicaría compensar el costo del premio.
También surge una distinción con respecto a la docencia privada, dado que se informó que este premio se aplicará sólo para los docentes públicos. ¿Quién abonará el plus en ese caso? ¿Estarán las patronales obligadas a pagar las mismas retribuciones que perciben los agentes públicos? ¿Tendrán la capacidad económica para hacerlo?
Mientras tanto, se seguirá discutiendo en paritarias el salario mes a mes; el nuevo encuentro es la semana que viene. Habrá que ver si este nuevo tema que introdujo el gobierno puede encauzarse por esa vía o si estamos a las puertas de un nuevo conflicto.
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